Los bizcochos son aireados y esponjosos, ya que el batirlos permite que el aire quede contenido en su interior, debido a la estructura emulsionada de los huevos y sus proteínas. Para que los bizcochos queden de manera esponjosa y aireada se necesita una elaboración correcta siguiendo los métodos aquí indicados:

Método

Elaboración

Método directo o caliente

Consiste en juntar los huevos enteros junto con el azúcar y disolver los cristales de ésta a baño maría. Una vez listo, batir enérgicamente hasta obtener 4 veces el volumen inicial. Luego se agrega poco a poco la harina cernida sobre el mismo batido, incorporándola suavemente con movimientos envolventes.

Método indirecto o frío

Se separan las yemas de las claras, batiendo cada una por separado. Se recomienda comenzar a batir las claras a nieve y luego incorporar la mitad del azúcar. Una vez  firme, reservar y batir las yemas con el resto del azúcar, juntar ambos batidos unificando bien y agregar los ingredientes secos espolvoreándolos sobre el batido e integrándolos en forma envolvente.

Método inverso

Batir las claras a nieve bien firmes agregando poco a poco el azúcar, luego las yemas de a una y por último los ingredientes secos, todo bien rápido para contener el aire.