Fácil
30 min
Ingredientes
- Para el cremoso:
- 1 Tarro de leche condensada NESTLÉ®
- 2 Tarros de agua (usando el tarro de leche condensada)
- 1 Pan de queso crema
- 6 Yemas de huevo
- 3 Cdas de maicena
- 1 Vaina de vainilla o 3 cucharadas de esencia de vainilla
- 2 sobres de gelatina de 7 gr disueltos en ¼ taza de agua (usa el agua indicada más arriba)
- 1 Cajita de crema NESTLÉ® refrigerada por 12 hrs
- Para la base y decoración:
- 2 a 3 paquetes de galletas criollitas McKAY® tradicionales (remojadas en un poco de leche)
- 1 Taza de almendras
- 1 Taza de azúcar
¡A cocinar!
Paso 1
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1. Comienza hidratando la gelatina indicada y reserva. En una olla junta la leche condensada NESTLÉ® con el agua indicada y el queso crema. Lleva a fuego revolviendo de vez en cuando para disolver bien el queso crema. Mientras, junta la yemas con la maicena y la vainilla. Vierte esta mezcla a la olla y cocina hasta tener una textura cremosa (puedes usar termómetro y asegurar que no supere los 80°C) retira del fuego y agrega la gelatina para disolver bien. Deja enfriar en una budinera tapada con papel film al ras hasta que al tocar sientas entre fría y tibia.
Paso 2
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2. Mientras remoja las galletas criollitas McKAY® en la leche indicada y acomoda el base de un molde desmontable. Una vez fría la mezcla, bate la crema NESTLÉ® a punto chantilly y agrégala de forma envolvente a la mezcla fría. Vierte todo al molde con las galletas y refrigera toda la noche.
Paso 3
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3. Para la decoración, junta en un sartén la azúcar con unas gotitas de limón y lleva a fuego para formar un caramelo, vierte las almendras y mezcla bien, pasa esta preparación a una lámina de silicona antiadherente y deja enfriar por completo. Troza el caramelo y tritura poco a poco en una juguera o 123 hasta tener un polvo (siempre con cuidado de no estropear tus utensilios). Retira el postre del refrigerador y desmolda. Troza en 10 partes iguales y decora con el crocante. Si deseas, puedes añadir salsa de caramelo y disfruta de 1 por persona.