Caldillo de Congrio

Descubre el auténtico sabor de la cocina chilena con nuestro Caldillo de Congrio, una receta tradicional que se destaca en la mesa durante los días fríos de invierno. Reconfortante y lleno de sabores marinos, este plato es ideal para disfrutar de la calidez en cada cucharada.

Dificultad Intermedio
COCINADA POR 4 personas
Porciones 6
Total 40 min

Ingredientes

  • 3 Cucharadas de aceite
  • 2 Cebollas picadas en pluma
  • 6 Papas regulares peladas y cortadas en medias lunas
  • 1 Zanahoria rebanada
  • 1/2 Cucharadita Ají cacho de cabra
  • 1 Pimentón pelado y cortado en tiritas
  • 1 Cucharadita perejil cortado finamente
  • 1 Cucharadita de orégano molido
  • 1/2 Cucharadita de ají color
  • 6 Presas de congrio colorado
  • 4 Tomates regulares pelados y cortados en cubos
  • 1 1/2 Taza de vino blanco
  • 1 1/2 Litro de agua caliente
  • 1 Tableta caldo de verduras MAGGI®
  • Pimienta a gusto

¡A cocinar!

Paso 1

  • 1.  Calienta una cacerola con el aceite indicado y agrega la cebolla con las papas, zanahoria, ají cacho de cabra, pimentón y perejil. Condimenta con orégano y ají color, sofríe durante 2 minutos removiendo de vez en cuando hasta impregnar bien los sabores y los vegetales estén levemente blandos.

Paso 2

  • 2.  Acomoda los trozos de congrio sobre este salteado y luego agrega los tomates cortados en cubos. Vierte de una vez el vino blanco y espera a evaporar solo unos segundos sin remover la preparación.

Paso 3

  • 3.  Vierte toda el agua caliente y agrega de inmediato la tableta de caldo de verduras MAGGI® previamente desmenuzada, cocina a fuego medio semi-tapado durante 15 a 20 minutos sin remover en exceso para no romper los trozos de congrio. Una vez lista sirve de inmediato con perejil o cilantro cortado finamente.

Decoración

Puedes decorar con una cucharadita de perejil o cilantro picado finamente según tu gusto.

Tip Culinario

Para potenciar el sabor del caldo, puedes agregar las cabezas y la cola del congrio al inicio de la cocción. Esto aportará un aroma más intenso y enriquecerá la base del caldillo. Luego, cuela el caldo para obtener una textura suave y sabrosa.

Para lograr una textura más cremosa, en algunas regiones suelen añadirle crema de leche o leche evaporada al final de la cocción. Este toque aporta una consistencia ligeramente más densa y un sabor más sedoso que elevará aún más el plato.

Sirve tu caldillo en cuencos de barro. Estos platos tradicionales aportan un toque rústico y auténtico a la mesa, a la vez que retienen el calor de manera excepcional. Una presentación que resalta la esencia chilena.